sábado, 22 de octubre de 2011




 “EN CRISTO ESTÁ CENTRADA NUESTRA ÚNICA ESPERANZA”   ROMANOS 8:35-39 “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Hoy, Domingo 23 de Octubre del 2011 considerando:
1. Los últimos acontecimientos ocurridos en Libia y el final del Coronel  Gadafy.
2. Los ataques armados de los cuales las noticias nos informan.
3. Los levantamientos populares en países árabes, que nos hacen pensar en una posible guerra de dimensiones inimaginables que tal vez sea la peor guerra que el mundo haya visto jamás. El sólo hecho de considerar esta posibilidad provoca miedo gran parte de la humanidad.
4. La cuestión de Palestina.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca algún tipo de esperanza de solución, sea cual sea, con tal que permita a los seres humanos cierta tranquilidad y optimismo en el futuro.
Como ministro del Señor Jesucristo creo que debo asumir la gran responsabilidad de traerle una respuesta a cada uno de Uds. como pueblo de Dios aquí en la Iglesia Sendero Ambato.

¿AMADOS AMIGOS DE QUÉ MANERA ESTA MAÑANA PODRÍA TRAERLES UNA RESPUESTA A UDS. Y DARLES ÁNIMO?
1. Podría decirles por ejemplo que por vivir en un país como el Ecuador petrolero y democrático los muy graves problemas que vemos a diario en la TV. o el internet no nos van a llegar nunca. 
2. Podría además hablarle de geografía y decirles que por vivir tan lejos del Medio Oriente, estamos ajenos a sus problemas y allá ellos que se las arreglen como mejor puedan. 
3. Además podría hablarles psicológicamente e intentar levantarles su auto confianza ante la nefanda situación política, social, económica y por sobre todo moral de nuestra parroquia, es decir, de nuestro planeta.
4. También podría hablarle de las profecías o del libro de Apocalipsis y consolarlos, exhortando a Uds. a estar tranquilo aquí en la ciudad de Ambato o donde Ud. vive, porque no estaremos en la Tierra cuando se lancen las bombas contra nuestros continentes.
Amigos no quiero fortalecer su esperanza con estas cuatro cosas  porque la razón es muy simple: Ninguna de ellas es verdad:

I. AMIGOS NUESTRA FIRME CONVICCIÓN CONSISTE EN QUE NADA NOS PUEDE SEPARAR DEL AMOR DE CRISTO. 

¿Cuál DEBE SER nuestra esperanza en los mejores y en los peores momentos? Nuestra esperanza es que nada nos puede separar del amor de Dios que es en Cristo, ni siquiera la muerte o el sufrimiento. Nuestra esperanza no está en una vida fácil, segura y cómoda aquí en la tierra. Nuestra esperanza está en que el amor de Dios nos concederá un gozo en la gloria de Dios que todo lo llena y que continuará después de la muerte y aumentará por toda la eternidad. El texto que nos sirve de base en el sermón de hoy nos dice: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: POR CAUSA DE TI SOMOS MUERTOS TODO EL TIEMPO; SOMOS CONTADOS COMO OVEJAS DE MATADERO. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.

La firme convicción, y a la cual todos los hijos de Dios pueden echar mano, es que si confían en Jesucristo como Salvador, es decir, si confían en Jesucristo como el supremo y Soberano Rey, entonces y solo entonces protegido por SU gran amor, nada ni nadie podrá hacerte daño, ningún hombre, ningún gobierno. Esta es la convicción a la que le lleva este texto. Esa es la gloriosa esperanza de la vida cristiana. No es una convicción política, ni militar, ni psicológica, ni geográfica, ni mucho menos escapista. Es una esperanza comprada con sangre, producida por el Espíritu Santo, centrada en Dios, que destruye el miedo, que vence la muerte y que exalta sobre toda circunstancia que nos aceche a nuestro amado y glorioso Señor Jesucristo.

II.
CENTREMONOS EN UNA IMPORTANTE PREGUNTA ¿EN QUE DEBE BASARCE NUESTRA ESPERANZA? 

A
. LA GRAN BASE DE NUESTRA CERTERA ESPERANZA ES: LA MUERTE DE CRISTO POR NOSOTROS. LA MUERTE DE CRISTO EN NUESTRO LUGAR.
Miremos en Ro. 8:32 “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Todo lo que necesitamos para estar plenamente satisfechos en él para siempre, es que él no escatimó a su propio hijo, sino que lo dio por todos nosotros. Él lo dio. Lo dio por nosotros. Dios lo hizo. Y lo hizo por nosotros. Y este versículo 32 nos dice que la muerte de nuestro Señor Jesucristo es el fundamento de nuestra esperanza de que nos dará todo lo que necesitemos para estar satisfechos plenamente en él para siempre. Pongámoslo de esta manera: él nos dará todo lo que necesitemos para satisfacernos para siempre en el amor de Dios, porque lo que se hace claro en este versículo 35 es que la soberanía de Dios no garantiza que escapemos del sufrimiento. No garantiza que nunca estaremos en problemas o que nunca estaremos enfermos o que nunca tendremos algún otro tipo de problemas. ¿QUIÉN NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE CRISTO? ¿TRIBULACIÓN, O ANGUSTIA, O PERSECUCIÓN, O HAMBRE, O DESNUDEZ, O PELIGRO, O ESPADA? Estas palabras queridos amigos, cubren prácticamente todos los tipos posibles de calamidad que nos pudieran venir. Las palabras angustia y tribulación son palabras tremendamente reales en su más amplio significado para describir los peligros tan variados en nuestros días. Los cristianos somos vulnerables a todos ellos al igual que todos los seres humanos.
Si su confianza está en que va a escapar de ellos, su esperanza no tiene ningún fundamento. Y yo no quiero darle una esperanza sin fundamento esta mañana, sino quiero darle una esperanza con un sólido fundamento. La esperanza cristiana no consiste en que escaparemos de estas cosas, sino que ninguna de ellas nos puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús.

B
. LA SEGUNDA CONFIANZA DE NUESTRA ESPERANZA SE BASA EN LA SOBERANÍA DE DIOS SOBRE NOSOTROS.
1º hemos visto que Cristo pagó con su vida a fin de darnos seguridad eternamente.
Y la 2ª razón por la que nada nos podrá separar del amor de Dios es que Él es soberano.
¡Qué grandioso es saber y disfrutar de la soberanía de Dios bajo toda circunstancia!
Esta es la gran garantía: Lo que Cristo compró para nosotros con su sangre se constituye con certeza en nuestra herencia. OBSERVEMOS BIEN EL TEXTO. Verso 36: “Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero”. Esta es una cita del Salmo 44:22. “Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero”, de aquí el Apóstol Pablo echa mano por la misma razón que estoy predicando esto hoy. El apóstol quiere dejar bien claro, y de acuerdo con el “escrito está”, que la esperanza cristiana no está en escapar de alguna matanza, o que nunca algún cristiano estará en un avión o un autobús secuestrado o que nunca pudiéramos estar fuera de un edificio que se venga abajo por alguna razón. Y no es que Dios deje de ser soberano sobre todas las personas y eventos; no es que Dios no gobierna todas las cosas para sus propios propósitos. ¿Por qué digo esto? Porque cuando Ud. regresa a Los Salmos 44, lo que leemos es que Dios no está parado impotente viendo cómo sus ovejas van directo al matadero, sino que Él mismo nos está entregando a este sufrimiento. Veamos los versículos 10-13: “Nos hiciste retroceder delante del enemigo, y nos saquean para sí los que nos aborrecen. Nos entregas como ovejas al matadero, y nos has esparcido entre las naciones. Has vendido a tu pueblo de balde; No exigiste ningún precio. Nos pones por afrenta de nuestros vecinos, por escarnio y por burla de los que nos rodean”. Así que cuando Pablo dice en el versículo 36 "por causa de ti somos llevados al matadero", no quiere decir que Dios perdió todo el control de su mundo o de su pueblo. Tampoco significa que Dios no tenga propósitos santos o planes en donde muestre su gracia; tampoco significa que no tiene intenciones llenas de misericordia, o que no pueda tener intenciones claras en este oscuro y espantoso sufrimiento ordenado por El, no, Lo que quiere decir es que Dios, quien en su soberanía nos entrega a la calamidad, ha de usar esa misma soberanía para hacer que la vida, la muerte, los ángeles, los principados, las cosas presentes, las cosas que están por venir, que los poderes, que la profundidad, la altura y toda cosa creada sirva para nuestro eterno gozo en Dios. Lo que quiere decir es que al enfrentar grandes calamidades o desastres, Dios no quiere que pongamos nuestra esperanza en ninguna otra cosa más que en su poder y en su gracia; quiere que le conozcamos como el Gran Libertador; quiere que acudamos a la sombra del Omnipotente; quiere que nuestra esperanza sea Él y sólo Él.

CONCLUSIÓN 
Ahora queridos amigos, anhelo que en los próximos días y semanas de incertidumbre, de fuertes rumores de guerra que están por llegar, el Señor nos conceda sentir un gran pesar, nos haga humillarnos y nos dé una firme y bien centrada esperanza en nuestro Salvador y Rey el Señor Jesucristo. Que Sendero Ambato sea una iglesia con un poderoso testimonio de confianza y esperanza de salvación a todos aquellos que aun no han venido al conocimiento de Jesucristo. Que la comunidad del centro del Ecuador y del mundo entero puedan encontrar en cada miembro de esta iglesia una gran confianza de tal manera que les permita compartir las buenas noticias de salvación… que produzca arrepentimiento y una genuina fe en el Señor Jesucristo.
Inclinemos nuestro rostro y dirijámonos al Padre en el nombre de nuestro amado Señor Jesucristo: Mi oración es que el Señor guarde sus corazones en perfecta paz, a Uds. que perseveran en él, y los que no perseveran empiecen desde hoy. Isaías 25:3-4 afirma que: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. (Hermanos) Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos." Aleluya. Amén.
Dios les bendiga y, recuerden que Dios no es Dios solamente del día Domingo sino de los siete días de la semana. Tengan ánimo en el Señor.  Les amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario